martes, 22 de septiembre de 2009

La zarza ardiente y la alambrada



"Sé que estoy sostenida, y aquí está toda mi tranquilidad y seguridad -no la seguridad consciente del hombre que está con sus propias fuerzas sobre un terreno seguro, sino la dulce y feliz seguridad del niño sujetado por un brazo fuerte- que en la práctica es una seguridad no menos razonable. ¿Sería razonable aquel niño que viviese en el miedo de que su madre le deje caer?



Si Dios me dice a través de los profetas que es un Dios fiel, que es para mí como padre o madre, más aún, que él es el mismo Amor, entonces debo admitir que mi confianza en el brazo que me sostiene es razonable, y que, al contrario, es estúpido mi temor de caer en la nada, a menos que no sea yo misma quien me separe del brazo que me proteje".

Ave Crux, spes unica

 Mosaico de la capilla Redemptoris Mater que representa a Santa Edith Stein
Tomado de todoerabueno.blogsme.com




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