lunes, 31 de mayo de 2010

LA VISITACIÓN


¿Dónde por tierras extrañas, 
Virgen con tanto fervor? 
-Dónde me lleva el Señor 
Que yo llevo en mis entrañas. 
-¿Cómo es posible llevar, 
Virgen, al que os lleva a vos? 
-Como el que me lleva es Dios, 
Que ha querido en mí encarnar. 
-Pues ¿cómo por las montañas 
Lleváis a tan gran Señor? 
-Mas, lo lleva el grande amor 
Que lo trajo a mis entrañas. 
-Parece en vos cosa nueva, 
Virgen, ir apresurada.

-Hácelo el ir abrasada 
Del amor del que me lleva. 
-Pues ¿luego a tierras extrañas 
Os lleva sólo el amor? 
-No, que todo es del Señor 
Que yo llevo en mis entrañas. 
-Ya sé que os lleva el doncel; 
Mas ¿dónde vais a aportar? 
-Voy con Él a visitar 
A mi parienta Isabel. 
-¡Oh, qué cosas tan extrañas, 
Que al siervo sirva el Señor! 
-Esto y mas hace el amor 
Del que llevo en mis entrañas.

Juan López de Ubeda (s. XVII).


lunes, 17 de mayo de 2010

EN BUSQUEDA DE DIOS


Si al presente existe algo, siempre tuvo que existir algo. Porque, si en algún tiempo remoto no existió nada, absolutamente nada, no hubiera sido posible que surgiera cosa alguna. La nada, en efecto, nada puede producir.
Ahora bien: ¿Qué es ese "algo" o "Alguien" que siempre existió y que es la explicación primera de todas las cosas existentes?

La respuesta que da el cristianismo y, con él, muchas religiones es esta: un Dios personal y eterno creó el mundo y todo cuanto existe.
Reflexionando llegamos a la constatación de que el mundo es posible y explicable únicamente si existe Dios.
Sólo si un Espíritu inteligente y poderoso puede proyectar y realizar objetivos y sentido.
La creación es el libro abierto que nos habla de su Creador.  El hombre es la coronación del universo.  Por eso encontramos a Dios de una manera muy especial en nuestro propio interior.
Hay momentos en la vida en que nos sentimos felices, pero... ¿cuánto tiempo duran esos momentos?
Justamente en los momentos "felices" sufrimos por el hecho de que son pasajeros. Así, hasta en las horas de dicha no nos sentimos plenamente contentos. Nuestro corazón quiere amar eternamente, busca felicidad sin gota alguna de amargura.
Más ¡este mundo limitado no puede satisfacer nuestro deseo infinito!, pero el sólo hecho de que tenemos el deseo hacia lo infinito ¿no indica quizás que es posible también su satisfacción plena?
Lo que en todos los aspectos es infinito y perfecto lo llamamos DIOS; por lo tanto a Él lo buscamos en todos nuestros deseos, esperanzas y anhelos.
Aparte de nuestro deseo de amor y felicidad sin límites habita en nosotros también el deseo de ser buenos.
Aún cuando nadie vea el mal que hago, mi conciencia me exhorta, me acusa, me turba, pero sobre todo me anima y empuja a hacer lo bueno y lo recto.
Detrás de la llamada de la conciencia moral está Alguien, que no aprueba pretexto alguno. Entonces, en nuestro anhelo de ser buenos, vislumbramos al Bien infinito y al infinitamente Bueno: a DIOS !

Anawin

sábado, 1 de mayo de 2010

La clave para adelgazar

Buscando en internet una buena dieta para adelgazar he encontrado de todo, desde no comer cosas fritas, ni dulces y pocas harinas, pasando por naturistas y hasta los excesos de los y las anoréxicas. Me pregunto cuáles son las motivaciones para bajar de peso: salud, imagen, culto al cuerpo, condicionamientos sociales...?

Les tengo la mejor dieta de todas, no falla. Y que quede constancia que no cobro un peso, dólar, euro o cualquier denominación que existe.

Sólo hay una condición: creer en Jesús de Nazareth. Sí, como lo oyen y no es una idea descabellada.

Bueno, creer en Jesús es aceptarlo como el Señor de tu existencia y si lo aceptas tienes que vivir como Él, haciendo lo que enseñó: cumplir la voluntad de Dios.

La clave me llegó como una inspiración. Hace poco me pregunté si Jesús era gordo, es decir, si tenía kilos de más. Los evangelios no nos hacen una descripción física de su persona y tampoco hay ningún documento histórico que lo haga. Pero la respuesta fue más clara que la luz del sol: NO ERA GORDO.

Estas son las razones:
- No tenía las comodidades que tenemos hoy para transportarnos y sabemos que recorría las tierras de Palestina de norte a sur, esto le daba un buen estado físico.
- Aunque algunos lo acusaban de comilón y borracho, el texto lo que quiere hacer es el contraste entre Él y Juan Bautista que hacía grandes penitencias. Jesús no tenía esta mentalidad porque era más libre en la interpretación de las normas. Lo que pasa es que los enemigos de Jesús criticaban los dos estilos, el de Juan y el de Jesús.
- Es verdad que Jesús dijo a los discípulos que comieran lo que la gente les diera, que no es lo que entra al cuerpo lo que hace impuro al hombre sino lo que sale de él, pero no les dice que tienen que comer hasta decir no más. Conclusión comía normal como todos pero sin excesos.
- Ser gordo se traduce como tener calorías de más, ingerir más de lo que se consume y para tener sobrepeso hay dos posibilidades o comer mucho o no trabajar. Jesús trabajaba predicando el Reino de los Cielos y no podía comer mucho porque eso el pecado de gula y Él no pecó.
Exceptuamos aquí a las personas que por otras razones son gordas como por ejemplo problemas de tiroides o metabolismo.
- En Jn 4, 34 dice el Señor Jesús: "Mi único alimento es hacer la voluntad del Padre". Si nosotros dividimos el día entre desayunar, y las comidas del mediodía y de la noche, Jesús tenía otras prioridades: la oración. Y esta no engorda a nadie, lo que hace es robustecer el espíritu.
- Cuando el diablo lo tentó en el desierto después de cuarenta días de ayuno, sugiriéndole convertir unas piedras en panes, Jesús le contestó : "No sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios".

La lista podría seguir pero a cada uno de ustedes se les puede ir revelando el sentido de lo que estoy diciendo.
Si realmente crees en Jesús no puedes seguir consumiendo y llevando en tu cuerpo lo que les falta a otros. Mira a tu lado y descubre cuantos hermanos tuyos podrían calmar el hambre con los alimentos de los que tú te puedes privar.

Para algunos puede no ser fácil esta decisión y por eso prefieren recurrir a las cirugías, pero si le imploras a Él, seguro que te dará la fuerza. Pueden hacer un negocio entre los dos. Que comas menos y a cambio que Él te dé hambre de su Palabra, de conocerlo, de hacer su voluntad.

¡¡¡ Éxitos con tu dieta !!!

Padre Fray Leonel Fernández, ocd


Revolviendo mis papeles, buscando material para compartir, encontré esto que he copiado, y que me mandara una queridísima amiga, Teresa Bello. A ella pues mi agradecimiento.