lunes, 28 de junio de 2010

SEÑOR ¿QUÉ QUIERES DE MI?


Mi primera hora de la mañana le pertenece al Señor. Hoy quiero ocuparme de las obras que el Señor quiere encomendarme y Él me dará las fuerzas para realizarlas. De esa manera quiero subir al Altar del Señor. Aquí no está en juego mi propia persona o mis cuestiones personales, pequeñas y sin importancia, aquí se trata de la gran ofrenda expiatoria. Yo puedo participar de ella para purificarme y llenarme de alegría y para ofrecerme en el altar con todas mis obras y mis sufrimientos. Y cuando recibo luego al Señor en la comunión puedo preguntarle: Señor ¿qué quieres de mí? En ese momento me decido a realizar aquello que, después de un diálogo silencioso con Dios, considero que es mi próxima empresa"



Santa Teresa Benedicta de la Cruz
Los caminos del silencio interior