viernes, 18 de febrero de 2011

UN PLATO DE SOPA PREPARADO POR DIOS



La mesa está servida, y Ustedes, Mi Familia, están sentados a la mesa. Algunos comen. Algunos se abstienen. Algunos se toman segundos. Hay suficiente espacio y comida en abundancia. Hay una tarjeta y te aguarda un sitio hermoso en la mesa a tu llegada. Hay una vasija honda llena de sopa. Tan pronto como te sientes EMPEZAREMOS con la sopa.

Todos te esperan, y aun, mientras tanto, no esperamos. Comemos y Cantamos y Disfrutamos, y esperamos tu llegada. Qué bienvenida recibirás cuando te veamos en la puerta. Habrá llegado un invitado de gran honor. Nos levantaremos y te daremos la bienvenida, te llevaremos a tu mesa y te serviremos sopa. Comeremos la comida favorita nuevamente contigo. No permitiremos que comas solo. La sopa se sirve a diario.

No permitiremos que comas solo nunca más. Tendrás que venir a una fiesta de la que nunca te querrás ir.

Aun cuando esta es una fiesta que te llevarás contigo cuando te regreses. La fiesta es permanente, tú entiendes. La comida es para llevar. Toda la fiesta es para llevar. Será sobre la Tierra así como en los Cielos.

Les servirás la sopa de la fiesta a tus amigos. Harás esto automáticamente. Solo con tu presencia lo realizarás.

Todos los olores suculentos de la buena comida que está en el horno se convertirán en parte de ti. Y así, solo al mirarte evocarás visiones de la mesa. Tu voz hará eco de todo el Amor en los Cielos llevados hacia la Tierra.

Y que mesa tendrás lista! Que gran anfitrión del Universo serás!

La mesa está lista en tu corazón. Te convertirás de todo en tu mesa. Tu mesa se extenderá cuanto mas personas vengan a sentarse al calor del fuego de tu corazón. Dirás, Mi casa se ha convertido en tu casa, y tu hogar se ha convertido en mi hogar, y todos son bienvenidos.

Oportunamente eres un dador de amor. Estoy en todas partes, eso es verdad, y aun así tú sirves para darme la bienvenida. Nunca estoy ausente, y sin embargo tú Me esperas. Veo desde mis líneas laterales y estoy muy complacido. Tú te deleitas porque ves a través de MIS ojos, y ves generosidad, y ves amor, y cuchareas amor abundantemente como la sopa. No importando si la sopa se derrama, se rebosa, se chapotea o escurre. No importa donde vaya el amor, es amor. El amor no es algo que se guarda. Es algo que se da. No es algo que se piensa. Se regala.

El amor se da de la misma forma en que la bailarina de flamenco hace girar su falda. El amor se da en alegría.

El amor no se nombra. El amor no necesita etiqueta. Es Mi amor el que regalas. Tú siembras las semillas de mi amor. Te he dicho esto antes?

El amor siempre ha sido. Es mi amor por el que naciste. Sin amor no existirías sobre la Tierra como el ser individual que eres. Tu alma es y siempre será. Tu alma conoce el abundante amor.

Tú sobre la Tierra, aquello que se llama TU, estás aprendiendo a amar abundantemente. Primero tuviste que probar el amor para después poder entregarlo. Tú llevas todo mi amor dentro de ti, y lo entregas en la medida en que reconoces la entrega del mismo. Conoce el amor que te es legado. Conoce el amor que eres, y entrégalo de la misma forma en que el fruto maduro cae sobre la tierra.

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