Eclesiástico (Sirácide) (15, 16-21)
Me haz hecho libre, me haz dado discernimiento, me haz enriquecido con tus gracias y dones bautismales, y sin embargo, Señor mío y Dios mío, ¡¡tantas veces he tomado el camino equivocado!! Y haz salido a rescatarme por medio de tu Hijo Amado, cada una de ellas.
Divino y Amado Espíritu, Jesús, amado mío, infundid en mí el santo temor de Dios, verdaderamente no le quiero entristecer nunca más y sin vuestra ayuda es imposible.
*Si tú lo quieres, puedes guardar los mandamientos; permanecer fiel a ellos es cosa tuya. El Señor ha puesto delante de ti fuego y agua; extiende la mano a lo que quieras. Delante del hombre están la muerte y la vida; le será dado lo que él escoja.
Es infinita la sabiduría del Señor; es inmenso su poder y él lo ve todo. Los ojos del Señor ven con agrado a quienes lo temen; el Señor conoce todas las obras del hombre.
A nadie le a mandado a ser impío y a nadie le ha dado permiso de pecar*.
Palabra de Dios.
Anawin
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