domingo, 4 de julio de 2010

TESTAMENTO DEL PÁJARO SOLITARIO

Y entonces vio la luz. 
La luz que entraba por todas 
las ventanas de su vida. 
Vio que el dolor precipitó la huída 
y entendió que la muerte ya no estaba. 


Morir sólo es morir. Morir se acaba. 
Morir es una hoguera fugitiva. 
Es cruzar una puerta a la deriva 
y encontrar lo que tanto se buscaba. 


Acabar de llorar y hacer preguntas; 
ver al Amor sin enigmas ni espejos; 
descansar de vivir en la ternura; 
tener la paz, la luz, la casa juntas y hallar, 
dejando los dolores lejos, 
la Noche-luz tras tanta noche oscura. 




(JL Martín Descalzo).

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