María ,
madre mía
en ocasiones como esta,
cuando nos damos cuenta
de que el suelo bajo nuestros pies
no está tan sólido como lo habíamos imaginado,
suplicamos tu protección .
Nos has prometido que nunca nos olvidarás
No nos olvides ahora.
Mucha gente tiene miedos hoy en día.
Esperan en temor al próximo temblor.
Escuchan los gritos de los lastimados en medio de los escombros.
Vagan por las calles en estado de shock a causa de lo que ven. Y llenan el aire polvoriento con gritos de dolor y los nombres de los muertos desaparecidos.
Confórtalos, Madre, en este desastre.
Consuela los corazones de los que lloran y alivia el dolor de los que están al borde de la muerte.
Traspasa, también, nuestros corazones con tu compasión, nosotros, los que miramos desde lejos como los más pobres de este lado de la tierra encuentran sólo miseria tras miseria.
Sacúdenos este día a actuar con presura, a dar cada día con generosidad, a trabajar siempre por la justicia,
y orar sin cesar para aquellos sin esperanza.
Y una vez que los temblores hayan cesado, las imágenes de destrucción hayan dejado de ser noticia, y nuestros pensamientos vuelvan a las preocupaciones de cada día, no olvidemos que somos todos tus hijos,
y ellos, nuestros hermanos y hermanas.
Porque, aunque se muevan las montañas y se destruyan las colinas, tu amor nunca nos abandonará, y tu promesa de paz nunca cambiará.
Bendita seas María, ahora y siempre.
Amén.
Radio María Cordoba Argentina- FM94.5
Colaboración de la Sra. Martha Areta
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