lunes, 21 de marzo de 2011

QUÉ BIEN HABLASTE!!!

 (A San José)

No dijiste palabra alguna,
 pero tus obras te delataron.
 Tuviste espléndida esposa,
 más, como hombre de fe,
 la quisiste dejar para Dios.

En el horizonte de tu vida,
 con singular belleza
 con nítida luz
 irradió la estrella de María;
 pero, también la humildad de tu candil,
 iluminó con el aceite de la sencillez
 con el destello de tu obediencia
 con el fuego de tu pobreza
 con la llama de la verdad.

Sí, José; ¡qué bien hablaste!
 Te escuchó el cielo,
 y a partir de ese momento,
 Dios comenzó a escribir tranquilo:
 el amor se hacia hombre en María
 el amor era custodiado por tu mano
 el amor era educado por tu inteligencia
 el amor era trabajado,
 a golpe de cincel y martillo,
 en el banco de tu ser carpintero.

Sí, José; ¡qué bien hablaste!
 Nunca, un ángel,
 llevó tan grata respuesta al cielo:
 José cree y calla
 José espera y sueña
 José se fía y camina
 José obedece y..despierta

 Nunca, un ángel de las alturas,
 en un intento de descender sosiego,
 recibió en respuesta
 tu serenidad y tu paz como consuelo.

Tomaste a María como esposa
 Recibiste a Jesús como hijo
 Fuiste hombre de pocas palabras
 pero tus obras hablaron.

Agradezco a la Sra. Inés Boutinet que me compartió este poema.

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