Hijo mío, hija mía
que estás en el mundo.
que estás en el mundo.
Eres mi gloria
y en ti está mi reino.
Eres mi voluntad y mi querer.
Tu nombre es mi gozo cada día.
Te amo.
Te alzo y sostengo.
Te doy todo lo que es mío
-el pan, los hermanos, el Espíritu-.
Quiero que vivas feliz
y que ayudes a vivir.
Te perdono siempre
y te pido que perdones.
No temas.
Yo te libraré del mal
y de todas sus redes.
Día y noche pienso en ti.
Hijo mío. Hija mía.
Te perdono siempre
y te pido que perdones.
No temas.
Yo te libraré del mal
y de todas sus redes.
Día y noche pienso en ti.
Hijo mío. Hija mía.
Ulibarri, Fl.
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