Y entre tanto susurro,
brisa,
y beso,
mándanos una ráfaga
de viento recio
que logre despertarnos,
o un huracán
que derrumbe nuestros muros
y consiga inquietarnos,
pues somos muy dados
a acostumbrarnos,
a aclimatarnos,
a encasillarTe
en nuestras percepciones,
gustos y necesidades.
Ponnos en aprietos,
desmonta nuestras justificaciones,
sácanos a campo abierto,
y no dejes que Te manipulemos.
Mándanos una ráfaga de viento,
o un huracán, si es preciso,
para que nuestro cuerpo y espíritu
se dejen llenar y guiar
por tus impulsos y sueños.
Ulibarri Fl
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