Y seremos nosotros, para siempre,
como eres Tú el que fuiste, en nuestra tierra,
hijo de la María y de la Muerte,
compañero de todos los caminos.
Seremos lo que somos, para siempre,
pero gloriosamente restaurados,
como son tuyas esas cinco llagas,
imprescriptiblemente gloriosas.
Como eres Tú el que fuiste, humano, hermano,
exactamente igual al que moriste,
Jesús, el mismo y totalmente otro,
así seremos para siempre, exactos,
lo que fuimos, somos y seremos,
¡otros del todo, pero tan nosotros!
Pedro Casaldáliga
Precioso, me ha gustado mucho.Me gusta tu blog Un abrazo
ResponderBorrarMuchas gracias, aprecio tu comentario.
ResponderBorrarYo mismo lo Veré...Me gustó mucho.¡Precioso!
ResponderBorrarUn abrazo Pascual.Bendiciones!!!